viernes, 8 de marzo de 2013

HÉROES COLATERALES

    - Nosotros los condicionamos de modo que tiendan hacia el calor - concluyó Mr. Foster -. Y nuestros colegas de arriba les enseñarán a amarlo.
    - Y éste - intervino el director sentenciosamente -, éste es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento tiende a esto: a lograr que la gente ame su inevitable destino social.

"Un Mundo Feliz" Aldous Huxley

Conservo aún la capacidad de sorprenderme cuando compruebo al conversar con un compañero -una eterna tarde de trabajo-, que las personas más extraordinarias están sentadas a tu lado. Tienen cierto aire distraído y no son conscientes de su privilegiada condición. 
Me dijo con una sincera sonrisa de conformidad, que sus hijos han tenido dificultades en el aprendizaje. Cada uno de los tres va a un colegio diferente. Tienen distintas necesidades, explica. No se les puede educar igual. 
El mismo fuego que endurece un huevo, derrite la mantequilla.
Durante un tiempo estuvo informándose y tanteando hasta dar con el adecuado centro docente y equipos de apoyo para todos. Hoy te lo cuenta con esa serenidad que sólo proporciona la convicción de haber hecho lo correcto.

     - ¿Y nunca te derrumbaste?
     - ¿Y por qué habría de hacerlo? me pregunta a mí, extrañado. 

Salud, trabajo y amor. Independientemente de lo que augure el horóscopo, los verdaderos héroes son capaces de hacer de su suerte una ocasión para poner a prueba orgullo y virtud. 




Quisiera para mí la sabiduría de Beppo, el barrendero en "Momo" de Michael Ende:

A Beppo le gustaban estas horas antes del amanecer, cuando la ciudad todavía dormía. Le gustaba su trabajo y lo hacía bien. Sabía que era un trabajo muy necesario.
Cuando barría las calles, lo hacía despaciosamente, pero con constancia; a cada paso una inspiración y a cada inspiración una barrida. Paso-inspiración-barrida. Paso-inspiración-barrida. De vez en cuando, se paraba un momento y miraba pensativamente ante sí. 

... y la de aquél de Las Tablas, en Madrid, que se toma un descanso para cantar al otro lado de la verja de una escuela infantil una canción a los niños, que ya le están esperando con ilusión cada día.
Y es que el trabajo digno, dignifica. 

Cuando se trata de amar, mi referencia es "El caballero del honor".
Conozco un caso. Le hubiera dado igual quién fuera la dama a cortejar. Sus ojos la convertirían en la criatura más fascinante, merecedora de la mayor hazaña. No habría sabido hacerlo de ninguna otra manera. Era un Quijote en busca de cualquier Dulcinea, que ya por fin tiene identidad. 

Aún no he averiguado si hubiera preferido ser un épsilon en "Un Mundo Feliz" (manipulada genéticamente para realizar con entusiasmo incluso los trabajos más duros), o pertenecer de forma voluntaria a una acomodada clase media permanentemente insatisfecha en la vida real.

Descifrar la manera de encajar las cosas tal como vienen dadas nos concede la oportunidad de ser felices. Libremente felices. En mi opinión en esto consiste.
Esta libertad para elegir implica una responsabilidad que, todavía, me queda grande. A veces necesito que alguien decida por mi.

Quizá se trate de leer suficientes libros de caballería.



YouTube "I need a Hero" Bonnie Tyler

No hay comentarios:

Publicar un comentario