viernes, 15 de agosto de 2014

INTEL INSIDE

Por alguna curiosa coincidencia cada quince de agosto, durante algunos años de mi adolescencia, se iniciaba un cortejo que concluía, o no, en un breve romance de verano.

–¿Quieres salir conmigo?

–(Sólo por pedirlo): No.

Quienes necesitan que les constaten con frases hechas algo que se sobreentiende no sabrán interpretar tus lágrimas en el futuro.


Nunca he comprendido que deba anunciarse lo que ha de surgir de forma espontánea si la delicadeza de un beso de hasta mañana o una palabra bien pronunciada hubiera bastado para entender una intención.
La atracción se hace evidente cuando a la emoción de buscarse cada día en el mismo lugar para discurrir un nuevo punto de vista le sigue el vértigo al encontrarse las miradas, y el
 consentimiento se formaliza por sí solo cuando te haces el encontradizo en la intimidad de algún rincón para que uno de los dos se atreva al fin, a robar el primer beso.


Solía ser él.

Yo fichaba al original. Su belleza –nariz intimidatoria– lejos de los cánones clásicos, terminaba por dolerme. 

Que mis amigas se dieran codazos al ver pasar al chico guapo sólo me provocaba indiferencia y me quedaba con esa sensación de que algo se te escapa, de no estar enterándote bien de un asunto. 

El chico capaz de seducirme tiene un aire ausente, sabe pensar por sí mismo.


Que te guste Liam Neeson y Jeff Bridges pero no George Clooney. A este tipo de atracción se le llama sapiosexual y parece ser que hoy es tendencia.



Atracción por quien sabe y por quien se lo cuestiona, por quien lo desbarata todo y lo vuelve a ordenar con un criterio innovador, por quien sufre y se atreve a contarlo, por quien se permite sentir y si viene al caso, llorar.

No va de intelectual. El hombre más sexi nunca es consciente de serlo. 

Se muerde la sonrisa y te mueres por descubrir aquello que oculta. No es consciente de su atractivo y deseas que nadie más se haya fijado en él porque lo habías visto primero y por eso te pertenece.


Él lo tiene, y sólo tú te has dado cuenta.


... eso pensabas.




YouTube "My girl" I only surround myself with people intellectually stimulating


5 comentarios:

  1. ¡Qué bonito!, y cuanta razón... Me declaro también enamoradiza selectiva de "intel insides", y si además se desbaratan por los ojos o por la sonrisa contenida,... pa' comerselos!

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